¿EMPATÍA O QUERER GUSTAR Y PÁNICO AL CONFLICTO?

A menudo me encuentro en sesión con muchas personas que se describen como demasiado empáticas. Puede pasar, pero hay que reconocer que nuestro mundo no es un mundo que se caracterice por tener problemas de demasiada empatía.

 

A lo largo del proceso, puede salir a la luz que la persona se ve atrapada en querer gustar, no puede pasar por desagradar, ni por el conflicto. Esto son móviles que están centrados en uno y no en los demás.

No pasa nada, eso no nos hace peor persona, al contrario. Tomar conciencia de que lo que nos atrapa es nuestro propio miedo o el querer gustar es un acto valiente y nos enseña el camino a liberarnos de estos grilletes.

 

Si este escrito te está ayudando a tomar conciencia de que lo que te frena es esta necesidad de gustar y que te cuesta vivir situaciones de conflicto o de discrepancia con los demás, felicidades, ya tienes algo de trabajo hecho y una dirección de cambio.

No obstante, sí que existen personas que se regulan teniendo en cuenta a los demás y olvidándose de sí mismos. Existen algunos estudios que relacionan esta manera de funcionar con enfermedades como la fibromialgia. Será importante construir un espacio para uno mismo, aprender a escucharse y dar lugar a los propios deseos.